En las últimas veinticuatro horas varias provincias de China han experimentado fuertes inundaciones causadas por grandes precipitaciones. El desastre natural acabó con la vida de, al menos, 10 personas en la capital y otras 10 personas en otras provincias del país.
La ciudad más afectada es Pekín, donde se han registrado las lluvias más fuertes en los últimos 60 años. Las lluvias empezaron el sábado y no concluyeron hasta el domingo por la noche. La mayoría de las calles se inundaron.
El nivel promedio de precipitaciones registrado en la ciudad fue de 212 milímetros. El nivel más alto se registró en la zona suburbana de Fanshan, donde el nivel de agua superó los 460 mm, batiendo un nuevo récord.
Las autoridades chinas se vieron obligadas a evacuar a más de 14.000 personas de las zonas más afectadas por la catástrofe natural. Asimismo, se movilizó a casi 100.000 personas para reparar los daños de las inundaciones.
El mal tiempo también afectó seriamente al sistema de transporte. Muchas carreteras se quedaron bloqueadas en la capital y sus afueras debido a los altos niveles de agua.
También se cancelaron todos los vuelos nacionales e internacionales, un total de 525, desde el aeropuerto de Pekín.
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