El condado se une a una larga lista de otros órganos políticos que han prohibido, condenado, e incluso arrancado los cultivos transgénicos en todo el mundo.
Tanto el Consejo de Políticas sobre Agricultura y Alimentación como el Comité Asesor de Parques y Espacios Abiertos de Boulder votaron 5-4 para eliminar los OGM de una forma económicamente viable. Esta transición demuestra que es posible respetar el medio ambiente, preservar la salud de los ciudadanos, y aún así mantener la estabilidad económica.
El maíz modificado genéticamente ha ido creciendo en alrededor de 16.000 hectáreas de tierras de cultivo propiedad de la provincia durante alrededor de una década. En 2009, la preocupación pública sobre las consecuencias de los cultivos transgénicos provocó un debate público en el condado. Los ciudadanos exigieron que los cultivos transgénicos se prohibieran cuando 6 agricultores locales pidieron permiso para cultivar plantas de remolacha azucarera que fueron diseñadas para resistir al herbicida Roundup.
Las Naciones empiezan a prohibir y arrancar de raíz los cultivos GM
Hungría ha ganado reconocimiento internacional por su posición firme en contra de la biotecnología de Monsanto, destruyendo todos los campos de maíz de Monsanto llenos de cultivos GM. El país ha destruido 1.000 hectáreas de maíz encontrado cultivado con semillas genéticamente modificadas, que están prohibidas en el país. Muchos de los agricultores se sorprendieron de encontrar que en realidad estaban usando semillas transgénicas.
Perú también ha adoptado una postura por la libertad de la salud, pasando por unos monumentales 10 años de prohibición de alimentos genéticamente modificados. Sorprendentemente, la Sesión Plenaria del Congreso del Perú tomó esta decisión a pesar de que el anterior gobierno impulsara la legalización de trasngénicos. Los peligros conocidos y desconocidos de los cultivos transgénicos parece que sustituyen incluso a nivel ejecutivo directivas gubernamentales.
Aníbal Huerta, presidente de la Comisión Agraria del Perú, dijo que la prohibición era necesaria para evitar el “peligro que puede derivarse del uso de la biotecnología.”
Cuando la gente demanda acción del gobierno contra los transgénicos, a menudo se ven obligados a escuchar.
Existe un consenso creciente entre los consumidores que quieren alimentos seguros, locales, frescos y orgánicos y que quieren que el medio ambiente y la vida silvestre sea protegida”, escribió Walter Pengue, de la Universidad de Buenos Aires en Argentina, en una reciente declaración relativa a los OMG en el sur de los Estados Unidos. “Los países de América del Sur deben continuar con una evaluación más amplia de sus políticas originales y prácticas agrícolas con el principio de precaución.
Una muestra de desafío político contra Monsanto y los alimentos genéticamente modificados es el mejor método para combatir su existencia. A medida que más cuerpos políticos en todo el mundo comienzan a tomar una posición contra los transgénicos, Monsanto se verá obligado a retirarse de la alimentación.
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