Los expertos aseguran que, próximamente, los EEUU podrían sufrir una catástrofe similar a la que en los últimos años golpeó a Haití, Chile y Japón
Crédito foto: AP
Los acontecimientos recientes en la región denominada Cinturón de fuego, ubicada en el océano Pacífico, llevaron a algunos sismólogos a creer en la inminencia de un violento movimiento telúrico en territorio estadounidense. En esa zona, en apenas más de un año hubo dos episodios de importancia, teniendo en cuenta el terremoto y el tsunami que golpeó a Chile en febrero de 2010.
El oeste del país, atrapado entre dos segmentos de fuerte actividad geológica, está particularmente expuesto. Las fallas de San Andrés, que pasa cerca de San Francisco y de Los Angeles, y la de Cascadia, ubicada frente a la costa oeste de Canadá y los Estados Unidos, son potencialmente peligrosa.
Si en esas latitudes ocurriera un sismo de magnitud 9 -como el de Japón- podría devastar las grandes ciudades de Vancouver, Portland y Seattle y desatar un tsunami. "En los últimos 10 mil años, contamos 41 sismos en Cascadia, cada 240 años en promedio. El último se dio hace 311 años. Un nuevo terremoto ya tendría que haber ocurrido", explicó Wang Yumei, geóloga del departamento de Geología de Oregon. "Si bien no podemos predecir exactamente la fecha, podemos evaluar los daños que causaría", agregó.
En los últimos años se hicieron esfuerzos gubernamentales por mejorar las infraestructuras en los estados occidentales, pero en varias regiones costeras la situación no ha mejorado. Los expertos también se preocupan por los ancianos y los enfermos hospitalizados cerca de las costas, que no podrían alejarse en caso de llegar una ola gigante. Ante esa problemática, ingenieros presentaron proyectos de construcción de refugios elevados que nunca se desarrollaron.
"Todos los preparativos se hacen por iniciativa local y son extremadamente variables a lo largo de la costa", aclaró Tom Tobin, presidente del Instituto estadounidense de investigación de la construcción en zona sísmica.
El sismólogo Ivan Wong, vicepresidente de la firma URS, asesora en medioambiente e ingeniería, advirtió: "No estamos listos". "Ni siquiera estamos en el nivel de preparación de Japón que, como vimos, quedó devastado", subrayó."Tenemos muchas dificultades para convencer a los estadounidenses de que en la costa noroeste corren un riesgo real", indicó.
El especialista recordó que en California una ley federal preconiza la puesta en conformidad de los hospitales para enfrentar los riesgos sísmicos. Pero "desde 1971, sólo un hospital fue construido en San Francisco siguiendo estas normas". "Algunos edificos son vetustos y datan incluso de principios del siglo XX", señaló.
Otros, sin embargo, estiman que no están en condiciones de establecer una regla que probaría que un sismo en Japón deja más expuesto a los Estados Unidos. "Hasta donde sabemos, eso no implica forzosamente un terremoto en otro lugar del mundo", opinó Jim Whitcomb, geofísico en la Fundación Nacional de Ciencias.
Fuente: www.infobae.com
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